La dieta de los italianos está cambiando para mejor, según datos oficiales de la oficina de estadísticas Istat, que partiendo del gasto promedio de las familias, unos 447,96 euros mensuales en 2016, reveló “una creciente atención hacia una correcta alimentación”.
Por ejemplo la cuota destinada a carnes, “sin dejar de ser el componente alimenticio más importante”, tiende a disminuir, un 4,8% menos respecto de 2015.
En cambio se verifican alzas en las compras de frutas (+3,1%) y pescado y productos ícticos (+9,5%). También hubo buenas noticias para el sector de servicios receptivos y restaurantes que aumentó 4,8% respecto del 2015, alcanzando niveles previos a la crisis económica.