La caravana de migrantes se atreve y desafía a Estados Unidos
CIUDAD DE MÉXICO, 14 NOV – Unos 20 miembros de la primera caravana de migrantes que partió hace un mes de Honduras y se encuentra ya en Tijuana, frontera con Estados Unidos, desafiaron a los agentes migratorios estadounidenses al trepar por la valla metálica que divide a México con el país vecino.
Los centroamericanos escalaron sin problemas la barrera pero fueron observados detenidamente por un grupo de oficiales guardafronteras, en espera de actuar, aunque al final sólo se trató de una provocación y los jóvenes regresaron del lado mexicano.
“Trump, haz un muro más grande”, gritó uno de los migrantes, mientras otro preguntó “no qué no puede uno subirse?”.
“Quiero ir al otro lado a trabajar. Si no me dan el permiso tengo que hacerlo de manera ilegal”, dijo Erik Canales, de 17 años, uno de los intrépidos hondureños que treparon la valla.
“Brinqué el muro porque quería ver qué se sentía”, dijo a periodistas que atestiguaron el hecho.
El acto ante todo mediático ocurrió en medio de la llegada continua de cientos de protagonistas del éxodo de personas que huyen de la falta de oportunidades y de las amenazas de las pandillas hondureñas y salvadoreñas llamadas “Maras”.
Hasta ahora se estima que ya habría casi un millar de centroamericanos en Tijuana, pero se espera que sigan llegando otros tantos en las próximas horas pues hay pequeños grupos que avanzan dispersos por todos los medios de transporte posibles.
Por ahora, nadie ha acudido al puente internacional a solicitar asilo formalmente, porque esperan que llegue el grupo principal.
Después de la escalada, arribaron elementos militares de Estados Unidos con rollos de alambres de púas y un helicóptero sobrevoló para vigilar la zona.
Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza cerró algunas vías de acceso para vehículos en los dos cruces internacionales entre Tijuana y San Diego.
Unos 120 centroamericanos durmieron en esa zona, en la playa de Tijuana, ante la falta de albergues, que están casi totalmente saturados con migrantes africanos, haitianos y centroamericanos que llegaron mucho tiempo antes pero no en caravana.
El contingente principal de los primeros migrantes, que se estima entre 4.500 y 6.000 personas, según las versiones de los medios, llegó ayer a Tepic, estado de Nayarit, procedente de Zapopan, periferia de Guadalajara, trasladado a bordo de 62 buses habilitados por el gobierno del estado de Jalisco. De acuerdo con un conteo realizado por las autoridades de Jalisco, la mayoría de los migrantes son de Honduras, pero también hay ciudadanos de Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Bolivia, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y Venezuela.
Los migrantes partieron hoy mismo hacia el estado norteño de Sinaloa y se espera que antes del fin de semana hayan llegado a Tijuana.
Ayer, nueve buses de pasajeros trasladaron a 367 migrantes a esa ciudad desde Nayarit sin escalas que fueron vistos transitar por la localidad de San Luis Río Colorado y Caborca, estado de Sonora y más tarde pasaron por ahí otros ocho pullman con 300 personas a bordo.
En Ciudad de México todavía hay unos 2.200 miembros de la segunda caravana atendidos en el estadio Jesús Martínez Palillo, al oriente de la capital por activistas y brigadas del gobierno capitalino.
Los extranjeros recibieron raciones de desayuno, comida y cena, servicios médicos y estudios de laboratorio, así como asesoría jurídica, además de instalaciones sanitarias y para bañarse.
Ayer, algunos de los integrantes acudieron a la Basílica de Guadalupe, el principal santuario católico del país, para pedir a la “Virgen Morena” que los ayude en su ruta rumbo a Estados Unidos.
Unas 800 personas, según la organización Pueblo Sin Fronteras, se dirigió al templo a bordo del tren subterráneo para ir a misa.
“No me esperaba que tuviera tanto impacto, que me emocionara tanto estar al frente de ‘Lupita’” (la imagen de la virgen), señaló Gaudencio, de origen salvadoreño.