
Las llamas invaden el “pulmón del planeta”
SAN PABLO, 21 AGO – Una porción de la Amazonia de Brasil lleva 16 días en llamas. Según los satélites de la NASA, los incendios crecieron un 38% este año, y siete de las ciudades con los incendios más dramáticos están en la lista de los más deforestados.
Después de la difusión de datos que demuestran un auge de los incendios forestales en el país, especialmente en la Amazonía, el presidente Bolsonaro dio a entender que las ONG extranjeras podrían estar implicadas en ese fenómeno, mientras que su ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, fue abucheado y repudiado en una reunión de la ONU sobre cambio climático que tiene lugar en Salvador de Bahía.
Según los datos publicados por los medios locales, basados en datos satelitales del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), de enero a agosto los incendios forestales aumentaron en un 82% en comparación con el mismo período en 2018, que es la cifra más alta desde 2013, cuando comenzaron las encuestas sobre el fenómeno, con un 52% de incendios concentrados en el Amazonas brasileño.
En un discurso en Brasilia, Bolsonaro dijo que estos incendios, causados principalmente por acciones humanas, “podrían haber sido impulsados por las ONG, porque perdieron el dinero que recibieron”. Cuando los periodistas le preguntaron, el presidente declaró que “no estoy diciendo que las ONG sean responsables de los incendios, estoy diciendo que aquí hay un crimen contra el que luchar”, pero “hay un interés de las ONG, que representan intereses diferentes a los de Brasil”.
“Les sacamos dinero de las ONG. De las transferencias de fuera (para la protección de la Amazonía, NDR), el 40% iba para ONG. No lo tienen más. Acabamos también con las transferencias de órganos públicos” a esas entidades, dijo.
Las cifras sobre el crecimiento de los incendios se suman a las que también publicó el INPE, según las cuales la deforestación en la Amazonía creció un 278% en julio pasado en comparación con el mismo período en 2018. La propagación de estas cifras llevó a una controversia entre el gerente de Inpe, Ricardo Galvao, atacado por Bolsonaro, que lo acusó de “actuar al servicio de ONG extranjeras”.
La política ambiental del gobierno brasileño ya ha llevado a Alemania y Noruega a decidir suspender sus donaciones al Fondo Amazonas, y el clima de tensión fue palpable hoy cuando el ministro Salles habló en la Semana de América Latina y el Caribe sobre el cambio climático, organizada por las Naciones Unidas, en Salvador de Bahía, y fue abucheado y hostigado por muchos participantes. El mismo Salles, de hecho, había anunciado en mayo la cancelación de la reunión de Salvador, argumentando que, dado que Brasil ya había renunciado a ser anfitrión de la Conferencia Climática de la ONU (COP 25, que tendrá lugar en Chile, en diciembre), no tenía sentido organizar una cita preparatoria.
“¿Debería permitirse una manifestación solo para que los participantes hagan turismo en Salvador?”, había dicho el ministro












