
Italia abre todo: desde las peluquerías hasta el Vaticano
Con mucha incertidumbre este fin de semana aceleraron los preparativos para la gran reapertura del lunes de millones de bares, restaurantes y otros comercios, además de las misas públicas y Plaza San Pedro.
Italia prepara la riesgosa prueba de completar desde el lunes la gran reapertura de la Fase 2 iniciada el 4 de este mes, cuando 4,4 millones de trabajadores volvieron a sus trabajos. El lunes las calles se llenarán de más gente aún, con millones de negocios que abrirán al público, sobre todo bares, restaurantes, peluquerías, centros estéticos, zapaterías, centros de la moda y los otros comercios que aún tienen las puertas cerradas.
Todos esperan su turno si el público local responde, porque no hay turistas: muchos irán a ver los grandes centros de Milán, Roma, Turín, Florencia, para ver las exquisiteces de la moda y cazar las pichinchas que se pongan al alcance. Se cree que las ventas serán módicas.
El lunes pueden llegar a movilizarse entre el enorme sector del comercio, desesperado por la cuarentena que los dejó sin réditos, y el público que volverá a curiosear y a comprar (poco), otros cuatro o cinco millones de personas. Es siempre un riesgo para el temido aumento de las infecciones.
Además sonarán las campanas que convocaran desde la mañana a las misas, por fin con la presencia de los fieles. Y el Vaticano también abrirá las portones de los muros que lo separan del centro de Roma, con los Museos Vaticanos, los jardines de la Ciudad Estado de 44 hectáreas y la majestuosa basílica de San Pedro, donde el Papa oficiará una misa con público despues de dos meses.
En San Pedro se están instalando los aparatos que miden la temperatura corpórea de los fieles, que deberán respetar, a partir del barbijo obligatorio, todas las medidas de seguridad, que incluyen mantener las distancias de seguridad que estarán señaladas.
Será mucho más complicado el tema seguridad en los negocios, aunque hace más de una semana que los comerciantes se la pasan tomando distancias. Los bares chicos harán esperar afuera a los clientes del café matutino del que no se privan los romanos. No se podrá beber ni comer en los mostradores sino en las mesas que guardan los espacios exigidos entre una y otra.
Bares y restaurantes tendrán una capacidad reducida en más de la mitad pero estarán contentos de que comienza un regreso lento y difícil a la normalidad. Desde comienzos de mayo hasta hoy, los clientes solo pueden pedir comidas y bebidas para llevarse a casa.
Muchos bares y restaurantes anunciaron que tomarán la temperatura a todos los clientes, con rigurosos pedidos previos de reserva, y mandarán a casa a los que tengan más de 37 y medio, señal de alarma de puede haber un contagio de coronavirus.
Las parejas y familiares que quieran sentarse a las mesas a cuatro metros de distancia una de otra, deberán presentar una autocertificación al gestor del bar o restaurante que asegure la cohabitación.
A cada cambio de cliente, mesas, sillas y eventuales barreras en plexiglás transparente serán sanitizadas y desinfectadas.
Todos los dependientes de bares y restaurantes deberán llevar puestas las mascarillas y mostrar como a cada rato se desinfectan las manos, tarea a la que también son invitados los clientes.
Absolutamente desaconsejado el uso del aire acondicionado, potencial transmisor del virus con las corrientes de aire. En cambio se recomienda airear naturalmente los locales. Muchos bares y restaurantes se servirán de cestos de pan, saleros y otros adminículos de mono-uso.
Habrá patrullas de las policías que circulan en Italia y grupos de voluntarios que controlarán que las medidas de seguridad estén al máximo de su vigor. Prohibidos los guardarropas comunes.M
Los responsables de los negocios comerciales deben exhortar a los clientes a no formar grupos en la calle que no respeten las distancias de seguridad. Esto es importante, porque una de las fallas en la Fase 2 son los amontonamientos de gente en la vía pública, los parques y otros lugares de esparcimiento.
Al que proteste le recordarán lo que ocurrió en Campobasso, capital de la región meridional de Molise, una de las regiones que prácticamente había llegado hace cuatro días a muertos y contagiados cero. Murió el patriarca de una comunidad gitana Rom y el ingenuo alcalde aceptó que sus amigos se reunieran en la calle a recordarlo. Fue un desastre que causó 67 contagios y la cuenta sigue con los controles sanitarios que se siguen haciendo.
En los negocios de ropa y en las zapaterías serán aún más rígidas las medidas de seguridad. Cada par de zapatos que se pruebe un cliente deberá ser sanificado. Lo mismo los vestidos que quieran probarM
En las peluquerías, consideradas de riesgo, se entrará unicamente con reserva previa a los salones. Los locales no pueden contener más gente de la que ha sido establecida sobre la base de la grandeza del local. Los clientes están obligados a usar los barbijos y los operadores deberán utilizar anteojos protectores y viseras de plexiglás, además de las mascarillas.
Todos los lugares serán desinfectados con cada cambio de cliente y los operadores deberán usar ropa nueva en el cambio de turno.
Fuente: DEPARTAMENTO DE PROTECCIÓN CIVIL DE ITALIa












