Italia se prepara para la Navidad
ROMA 23 NOV – La primera Navidad en la era del Covid-19 iniciará virtualmente en Italia ya el 3 de diciembre, cuando venza el último decreto del presidente del Consejo (DPCM) y se fijen las nuevas disposiciones contra la propagación del virus válidas para el período de las fiestas.
Algunas de esas normas ya comienzan a delinearse: si los datos lo permitieran, será posible trasladarse entre las regiones, mientras se descuenta que no habrá encuentros en las plazas para fin de año. Diversos ministros italianos, comenzando por el de Salud, Roberto Speranza, y los expertos, repiten desde hace días que por el momento el debate sobre la Navidad es “surrealista”.
Pero el presidente del Consejo, Giuseppe Conte, indicó cuál será la línea del gobierno, siempre que los datos sobre la evolución de la enfermedad lo permitan. “Debemos prepararnos para una Navidad más sobria; fiestas, celebraciones, besos y abrazos no serán posibles”, sostuvo.
Sin embargo, esto no significa un cierre total de actividades, que equivaldría a darle un golpe final al turismo y a miles de actividades comerciales, que en el período de las fiestas recaudan más del 30% de la facturación anual.
“Pensamos que será posible el intercambio de regalos y permitir a la economía que crezca”, agregó Conte. Aún no se ha establecido la fórmula con la que se decidirán las medidas, entendiéndose que no debe abandonarse el sistema del país dividido en sectores.
La versión más actual es que pueda firmarse un DPCM para el período que va desde el 3 de diciembre hasta cerca de la Navidad y otro para las fiestas.
Se permitirán las compras para la ocasión, por lo que los comercios podrán permanecer abiertos en una franja horaria más amplia para evitar amontonamientos.
También, se abrirán los centros comerciales durante los fines de semana y en los días feriados y serán limitados los ingresos no solo en los negocios sino también en las calles y plazas, especialmente en algunas grandes ciudades y durante los fines de semana.
Además, abrirán por la noche los bares y restaurantes mientras que para la cena en los hogares habrá recomendaciones y no prohibiciones, que son inaplicables: que no haya más de seis personas en la mesa, en lo posible solo convivientes y familiares cercanos. “Esta Navidad debemos esforzarnos para no ser muy numerosos, porque cuanto más se amplía el cerco de personas que no se frecuenta habitualmente mayor será el riesgo”, sostuvo la subsecretaria de Salud, Sandra Zampa.
Admitió que la recomendación es “5 o 6 personas como máximo, pero es obvio que no será posible controlarlo”.
En cuanto a los viajes, prohibidos en las llamadas zonas rojas y limitados en las zonas naranjas, incluso entre las regiones será permitido el regreso a los domicilios, pero no se prevé un éxodo desde el norte al sur comparable al de marzo pasado, antes del cierre total de actividades.
“Faltan 40 días para la Navidad y en este momento los datos epidemiológicos nos dicen que no es posible trasladarse entre regiones”, subrayó Zampa.
Sin embargo, dijo que espera que “los números mejoren y que, por lo tanto, sean posibles las excepciones”. Sobre el toque de queda, fijado actualmente a las 22 en toda Italia, podría ser trasladado a las 23 o a medianoche. Pero se habla de que para las noches del 24 y del 31 de diciembre podría extenderse hasta la 1 de la madrugada. Ninguna excepción será concedida para eventos en las plazas o las fiestas privadas. Sobre todo para fin de año.
“No se permitirán encuentros en las plazas ni fiestas. Esos días también estarán adecuadamente regulados porque, a diferencia de este verano, no habrá excepciones. No podemos imaginar una tercera ola”, subrayó Zampa.
El objetivo del gobierno italiano y de los presidentes de las regiones es, por el momento, otro: hacer lo posible para que la mayor parte de las regiones puedan retroceder del rótulo de zona roja o naranja, de manera de llegar al 3 de diciembre con buena parte del país caratulado como zona amarilla.
Pero aún así las reglas deberían ser claras.
“Hemos tenido un verano de ‘todos libres’ y lo pagamos duro. Por lo tanto, no podemos permitirnos una Navidad de ‘todos libres’”, recordó hace dos días el coordinador del Comité Técnico y Científico (CTS), Agostino Miozzo.