Ecuador: luto nacional por la muerte de 22 militares en accidente aéreo
Tragedia. 22 militares fallecieron la tarde de ayer mientras viajaban en un avión Arava 206 del Ejército ecuatoriano. El accidente ocurrió a eso de las 14:30 en el sector de Fátima, una localidad situada en Pastaza, a 225 km de Quito. En la aeronave se movilizaban dos pilotos, un mecánico, y 19 paracaidistas. Estos 19 uniformados realizaban el curso de maestros de salto. Los grupos de rescate que llegaron a la zona del siniestro encontraron al avión destrozado. Dos helicópteros de la Fuerza Terrestre partieron desde la Brigada de Selva 17 Pastaza para ejecutar tareas de rescate de las 22 víctimas. Según reportes preliminares, el Arava 206, de fabricación israelí, salió al mediodía de ayer desde el aeropuerto de Shell, ubicado en Pastaza.
En Fátima, los uniformados tenían previsto hacer saltos en paracaídas como parte del entrenamiento del curso. Fuentes de las Fuerzas Armadas informaron que los pilotos pidieron regresar al aeropuerto debido a las malas condiciones climáticas. Para las unidades de emergencia no fue fácil llegar hasta el lugar del accidente. Los primeros datos señalaban que la aeronave estaba desaparecida entre la ruta Shell-Macas, último punto en donde se tuvo contacto con los ocupantes. Pero luego los socorristas localizaron la nave en la Hacienda La Palmira, en Fátima.
El presidente Rafael Correa utilizó las redes sociales para confirmar la muerte de los 22 militares. “No hay sobrevivientes. Se nos fueron 22 soldados de la Patria. Nuestro abrazo solidario a sus familias y a nuestras Fuerzas Armadas. Es una tragedia”, escribió. Las víctimas son 11 oficiales y 11 soldados de tropa. Según los informes de las FF.AA., en el primer grupo está un teniente coronel, tres mayores, cuatro capitanes y tres tenientes. Y en el personal de tropa está un sargento primero, seis sargentos segundo, dos cabos primero y dos cabos segundo. 19 de los 22 fallecidos pertenecían a unidades especiales, entre estas la GEK-9, el Grupo Especial de Comandos que tiene su base en Latacunga.
Las otras tres víctimas (los dos pilotos y el ingeniero de vuelo) integraban, en cambio, la Aviación del Ejército. Anoche, uniformados de la Brigada de Selva Pastaza improvisaron camillas con palos, cuerdas y telas. Allí colocaron a sus 19 compañeros caídos. Luis Castro, comandante de Ejército, lideró la evacuación de los 22 soldados desde la selva hacia la morgue del Hospital de Puyo, capital de Pastaza.
100 personas, entre militares y socorristas de la Policía, Bomberos, y de la Secretaría de Gestión de Riesgos, participaron en las tareas de rescate. Caminaron 45 minutos por la agreste zona selvática de Puyo. El operativo duro tres horas. El descenso no fue fácil. Un grupo de militares abría un camino con machetes. Otros iluminaban el trayecto con linternas y un tercer equipo cargaba los cuerpos. “Vamos muchachos”, “tenemos que llevarlos a las ambulancias”, “cuidado al bajar”, se escuchaba entre los arbustos. Los gritos se confundían con los sonidos de los grillos, sapos y aves que pululan en el sector. Por ahora no se conoce las causas del accidente aéreo. Informes históricos del Ejército señalan que los Arava se adquirieron en 1975.
La Fuerza Terrestre compró esas naves para “solucionar el problema logístico y administrativo de las unidades” de la época y para “ cooperar en el lanzamiento de paracaidistas y en apoyo al combate en operaciones de contrainsurgencia”. El Arava 206 se adquirió en 1991 y entró a operar un año después, según confirmaron fuentes oficiales. Actualmente en el país solo volaba el Arava 206. Israel fabricó estos aparatos en la década de los 60. Según el ministro coordinador de Seguridad, César Navas, el Arava 206 tenía 6 000 horas de vuelo. Y su vida útil era de 30 000 horas.
En Ecuador, esta clase de avión se utilizaba sobre todo en la Amazonía por su capacidad para aterrizar en pistas cortas. Y servía para abastecimiento aéreo, transporte de personal y de carga, entrenamiento de paracaidistas y evacuaciones aeromédicas. Ayer, poco después de conocer el siniestro, la institución militar expresó su solidaridad para con los familiares de los uniformados fallecidos. “Valientes soldados ofrendaron su vida al servicio de la Patria. Las FF.AA. estamos de luto ante esta irreparable pérdida”. En horas de la noche, los militares aparecían uno detrás de otro con los cadáveres en sus hombros en la zona en donde estaban las ambulancias.
Unos se persignaban y otros lamentaban la pérdida de sus amigos. Las víctimas fueron movilizadas desde el hospital de Puyo hacia la Base Aérea de la Brigada Selva Pastaza. Allí se levantó una capilla ardiente. A partir de las 06:00 de hoy iniciará el traslado a Quito. Cadetes de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro de Quito limpiaron anoche el casino de oficiales. Allí serán velados los 22 uniformados.
Eduardo Borja, capitán del Ejército y jefe de Comunicaciones de la Esmil, explicó que las Fuerzas Armadas aguardan el decreto ejecutivo de luto nacional para bajar las banderas a media asta. 400 cadetes participarán en el homenaje a los 22 soldados fallecidos. Hasta el cierre de esta edición, las FF.AA. no definía la ruta que utilizarían para trasladar a las víctimas desde la Amazonía hacia la capital.
Dos opciones se analizaban. La primera: que todos los uniformados fueran movilizados desde el aeropuerto de Shell hacia Tababela y luego en una caravana hasta la Esmil. Y la segunda alternativa era utilizar helicópteros para desplazar a los militares directamente hasta la Escuela.
Fonte: D.E.C