Desde que se dio luz verde a la Reforma de la ciudadanía y la segunda generación, en octubre del año pasado, han sido varias las postergaciones de las audiciones del aula del Senado para la presentación de los enmendamientos que modificaría la ley de ciudadanía (del 5 de febrero 1992 n. 91). A puertas del 27 de abril, última fecha para la presentación de los enmendamientos, la Parlamentaria de la Unión Europea Cécile Kyenge, invita a los políticos italianos a no utilizar la inmigración como una campaña electoral.
“Siento decirlo, pero en Italia el tema de la inmigración se ha convertido en un tema para la campaña electoral. Sin embargo, estoy segura que esta vez la reforma llegará a buen puerto, porque hay una condivisión con otros partidos fuera del PD, y esta condivisión se refleja en esta reforma que combina el ius soli e ius culture”, afirmó la europarlamentaria en entrevista exclusiva a TCG News, en el marco de la conferencia “L’Europa di fronte alle migrazione: Un approccio globale” realizado en las instalaciones del ateneo de la Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano.
En estos tiempos el número de flujo migratorio va ascendiendo que hasta el día de ayer en la Lombardía se viene cobijando un 13% de los 112 mil personas que piden asilo político (según la asesora Simona Boldarini). Mientras los números crecen, aún queda en la mente el atentado del 22 de marzo que sufrió Bruselas creando incertidumbre, miedo y rechazo. ¿Estos temas pueden ser usados como pretexto para los que no quieren una reforma?
“Los populistas están creando una asociación equivoda en juntar la inmigración con terrorismo y prófugos. Está asociación es errónea, porque impide un mejoramiento en las reformas sobre ciudadanía e inmigración. Y la clave es: Mayor integración es mayor seguridad. No debemos seguir haciendo política bajo una percepción que no corresponde con los datos estadísticos que tenemos en nuestras manos”.
Si fuera un sí. La Reforma Ciudadana beneficiaría a un millon de hijos de inmigrantes. Pero, bajo ciertas normas: Si el niño nace en Italia, será italiano (ius soli), si al menos uno de los dos padres posee el documento de residencia de largo estadía. En caso que el niño llega a Italia antes de los 12 años, deberá completar cinco años de estudio satisfactoriamente (ius culturale). Y si fuera el caso de un joven que bordea los 18 años deberá cumplir seis años de residencia regular y haber completado cinco años de estudio. Estas condiciones hacen que un 72% de los italianos acepten la reforma. ¿Por qué, esto no se refleja en la política que viene conduciendo el Senado?
“Lamentablemente hoy, muchos partidos responden con una lógica electoralística, porque tienen miedo a perder votos para las elecciones. Pienso que falta coraje por parte de aquellos partidos que se oponen. Yo nunca escondí mis ideas, a pesar de los ataques sufridos”, manifestó Kyenge.
Son llamados la “Segunda Generación” o “2G”. Son los hijos de los inmigrantes nacidos en Italia o aquellos niños que en edad pre-escolar fueron traídos por sus padres. Son ellos, que muchas veces se encuentran en una discución interna entre su cultura de origen y el una cultura hospitante. ¿La familia que rol cumple para conservar la identidad de sus hijos?
“De suma importancia. Y por ello la familia vulnerable debe reicibir el apoyo de una política integrada. Para que así, la familia pueda trabajar con la escuela u otras instituciones que sirva en reforzar la identidad de los jóvenes inmigrantes. Por ello que el modelo de la integración debe ser el espejo de la realidad en Italia”.
En el sistema educativo la Segunda generación tiene un peso preponderante: El 80% frecuenta la escuela primaria y de la infancia, el 38% estudia en un instituto profesional y el 38,5% lo hace en el instituto técnico. Mientras el 23,5% que llegan al liceo. ¿Cómo se evalúa el sistema educativo?
“Es todavía por estudiarlo. Porque el tema educativo tiene que ver con la cultura de origen de los padres. Y de ello nace un multilinguismo que es muy importante, pero también es fundamental la lengua italiana. Pero no quiere decir que debemos perder nuestra identidad a través de nuestra lengua de origen. Es la identidad que debemos de reforzar para valorizar la diversidad que se encuentra en las escuelas”.
¿Qué deben esperar quienes estarán fuera de la reforma de la ciudadanía?
“Se debe iniciar de qualquier parte para tener un punto de partida. Si la reforma pasa no quiere decir que será el final para los que están fuera, más bién será un inizio para involucrar a los demás. Tengamos en cuenta que si pasa está reforma será la más avanzada en Italia y de la Europa”.
La entrevista se concluyó con sus muestras de solidaridad por la comunidad ecuatoriana residente en Italia adolorida por el terremoto que azotó Ecuador el último sábado.
“Me sumo al dolor de aquellas personas que perdieron lo que tenían, pero más aún de aquellas que perdieron a un ser querido. No pierdan la esperanza porque éste es el único camino que permite salir de la dificultad”.
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