¿Qué de común tienen Gianni Morandi, Andrea Bocelli, Vasco Rossi, Marco Mengoni … y Emanuel Tejerina Montoya? Sólo una: La emoción que embarga cuando se canta para el público de Sanremo. Esto sintió Emanuel (joven promesa boliviana) porque sabía que cantaría en el palco de los grandes y representaba a todos los latinoamericanos en Italia. Sí. Ese día inmemorable se escribirá el 4 de mayo del 2016, día en que Emanuel se presentó en la séptima edición de Sanremo Junior. TCG News estuvo en primera fila del Teatro Ariston.

(Luis Miguel – Sueña)

Y el día que encontremos
ese sueño cambiarás
no habrá nadie que destruya
de tu alma la verdad
Ten fé
es muy posible
si tú estás
decidido
Sueña
…

Con este mensaje esperanzador, Emanuel inició su presentación al compás de los versos musicales que tocaba la Orquesta Sínfonica de Sanremo (compuesta por 37 músicos). En ese instante el joven artista de apenas 12 años caracterizó a un Luis Miguel en terno color plata y corbata roja. Con voz angelical y con espléndido lenguaje corporal hicieron bailar la melodía a su entonación, logrando que la música entre en el interior de cada uno de los espectadores.

Verlo en el Festival de Sanremo Junior fue un orgullo para Latinoamérica porque en ese momento no representaba una nacionalidad, sino a todos los latinos. Las expectativas fueron muchas al saber que un niño boliviano estaría en competición con seis niños dentro de su categoría A3 (13-15años).

El certamén músical que desde el 2010 reúne a las mejores voces de todo el mundo ha convocado para esta séptima edición a veinte niños de dieciséis países (de los cuales Argentina y Paraguay) y de cinco continentes del mundo.

Lo primero que canto fue el himno nacional a los cuatro años. Y al final de la estrofa termino con un tarareo

¿Y cómo lo logro? Con talento, perseverancia y apoyo. Esta fue la receta para preparar “el triunfo”. Porque sin necesidad de saber un resultado (hasta el sábado por la noche), Emanuel ya es un ganador.

“Me acuerdo que Emanuel tenía cuatro añitos cuando empezó a cantar y lo hizo cuando le estaba enseñando el himno nacional. Empezó a cantarlo como podía y al término de la estrofa finalizó con un tarareo de la melodía”.  Recordó Reny Tejerina papá de Emanuel, sin imaginarse que su pequeño estaba dando indicios de talento.

La futura promesa iba creciendo así como sus dotes artísticas, y el papá convencido de su talento lo empezó acompañar y a guiar por los sendos de su carrera musical. Y los reconocimientos lo dicen: Ganador del Festival de Canto Televisivo Nacional y Exposur Tarija, personaje de Cruceños de Oro, jurado por dos años del Concurso de Canto Chiquilladas; entre las más importantes.

Pero las sorpresas contínuan porque Emanuel llegó a compartir el escenario con Franco de Vita y Calle 13 al ser su “telonero”. Fueron estas experiencias que le hicieron soñar en compartir las tablas con sus artistas preferidos como: Bruno Mars, Luis Miguel, Prince Royce y Luis Fonsi.

Hasta que un día llegaría el gran salto al trampolín. Y vendría de la mano del encargado en seleccionar a jóvenes talentos de América Latina para el Festival, su nombre Eduardo Moreti. Desde entonces las coordinaciones telefónicas se hicieron frecuentes y a larga distancia desde Italia y Bolivia. Aunque el papá por un momento declinó debido a la pérdida de la madre. Hasta que, la esposa y hermanos le dijeron en un solo coro: “La vida contínua. Esta es la oportunidad de Emanuel”.

Bolivia por ser un país folklórico lleva el arte en las venas. Debemos promover los festivales y crear centros de cultura artística

En ese instante se preparó la última canción (de las cinco que solicitaban para entrar en competición) y que daría respuesta para la participación a la final del festival.

¿El resultado?  Ahí lo vemos y escuchamos cantar. Y podríamos ver a varios “Emanueles” porque el talento está para sembrar y cosechar, como recalca Reny Tejerina. “Bolivia por ser un país folklórico lleva en las venas el arte, lo que se necesita es promoverlo a través de festivales y crear centros de cultura artística, para así mostrar al exterior el talento que tenemos”, puntualizó. Tejerina reconoció y agradeció el apoyo que recibió del Ministerio de Relaciones Exteriores (a través del Consulado de Bolivia en Milán) y de la linea aérea Boliviana de Aviación, así como de la comunidad boliviana residente en Torino que organizó un evento de recolección de fondos. Con este apoyo se demostró el lema: La unión hace la fuerza.

Y mientras se ve a Emanuel cantar, se ve al niño que ayuda en los quehaceres de casa, a la hermanita con las tareas o jugando fútbol, que es su deporte preferido. Porque así es un día normal para Emanuel cuando en la agenda no hay presentaciones de canto, va a la escuela o asiste a clases de inglés. Emanuela confiesa que el canto lo unió aún más a su padre convirtiéndose en su inspiración desde que lo escuchaba tocar la guitarra. Esa misma inspiración la tuvo papá Reny cuando escuchaba al padre y abuelo tocar y cantar. Digamos que Emanuel creció en cuna de artistas.

La presentación de Emanuel culminó con la frase de la canción con: Sueña, sueña tú… Sueña. Y entre un mar de aplausos y con el izamiento de la bandera por parte de la comitiva boliviana, Emanuel se retiró del palco con el sabor de la satisfacción, sabiendo que DIOS lo escuchó y lo bendijo antes de cantar. Como dijo: “Para uno que cree en DIOS no existe la suerte, más sí la bendición”. Nada más certero pues DIOS lo bendijo con su voz.
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