En Brasil es una forma de vida que desarrolla valores de solidaridad, fraternidad y respeto por los compañeros; mientras en Italia el Capoeira es un vehículo para abrazar otra cultura y aceptar la integración a ritmo del birimbao que sólo el cuerpo sabe danzar.

El capoeira es un arte corporal difundido por todo el globo terrestre, una evidencia que la multiculturalidad se vive con el ánima; como se viene danzando a través de la Asociación Italiana Capoeira de Angola, primera academia fundada en Milán a inicios del 2000 por el mestre Baixinho (56).

“La capoeira no hace ningún tipo de exclución social, de género o edad. Con 50 años de edad se puede hacer capoeira, obviamente no logrará hacer las acrobacias o saltos mortales”, explica Luís Martínez di Oliveira  capoeirista desde los 15 años.

Mi amor a primera vista fue con una ginga
Massimo Sanotto (44) ejecuta un estilo de vida con pasión y valentía de hace 16 años cuando se enamoró del capoeira gracias algunas amistades que le hicieron conocer cuando la cultura carioca que adoctrina Baixinho.

“Deje una vida monotona que me esclavizaba y un escritorio por una vida tonificante que me permite hacer mayores acrobacias y tener más resistencia a comparación de años atrás”, exclama el programador de sistema que afronta día a día con coraje la vida y sus objetivos.

Por los mismos sentimientos de euforia espiritual se encuentra Maira Mercedes Oliveira (44) que se ha incorporado de hace seis meses a la academia, pero de entrenamiento suman 35 años.

“El capoeira me hizo dar un salto hasta Italia para seguir difundiendola. Su magia radica en la participación de grupo convirtiéndose en una segunda familia”, confiesa la paolista Maira que aclara a los detractores del capoeira que esta disciplina no implica fuerza mental, espiritual y corporal: “nada más falso”, finaliza.

La danza de la libertad
La historia del Capoeira narra su origen como una forma de disimular el hecho de que los esclavos se estaban entrenando para pelear (contra sus dueños), ocultándola bajo la forma de una alegre coreografía de danza. Este arte marcial afro-brasileño que combina facetas de danza, música y acrobacias, así como expresión corporal, fue desarrollado en Brasil por descendientes africanos con influencias indígenas, probablemente a principios del siglo XVI.

Los 55 pupilos de Baixinho, todos italianos, siguen practicando una resistencia a la opresión de la vida rutinaria de un mundo globalizado que cada día se vuelve más exigente, un arte que ya no se practica en secreto más si, se proclama en cada espíritu de cada capoeirista del mundo, una transmisión de cultura y un estímulo espiritual.

Un plato de feijoada servida en Assago
Danza, música, pintura, diseño, literarutura, gastronomía, artesanía, moda, sport… diseñaron el collage del mapa brasilero en su participación al Salón de las Naciones del 12 al 14 de julio al interior de las instalaciones del Milano Latin Festival, organizada por la periodista Vanessa Madeiros que contó con el apoyo de la Baronesa Maria Lucia Soares, Allan Vitor, Vania de Moraes, Elisangela Batista, Vittorio Castellani, Fernanda Bocconi, Bruno de Araújo, Marco Di Grazi, Francesco Villari y Antonio Oliver.

Los interesados en contactar la academia de Baixinho pueden hacerlo por la siguiente página web:

http://www.capoeiramilano.com/index.php?pagina=ChiSiamo/baixinho.php#

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